Parecía que la noche estaba perdida. Algunos hinchas ya perdían la esperanza. El Cuenca jugaba con 10 hombres desde los 10 minutos de la segunda etapa. El marcador seguía en su contra (0-2), los del Sportivo Luqueño defendían en propio terreno su clasificación hasta que como el “Ave Fenix” en los 15 últimos minutos los dirigidos por Aníbal Biggeri, con garra, con corazón, con carácter, igualaron la serie (2-2) y en la tanda de penales se impusieron (6-5) a los experimentados de Luque, semifinalistas en el 2015, con lo que clasificaron a la siguiente ronda de la Conmebol Sudamericana.
Fue una presentación memorable la de anoche, la mejor desde que Biggeri capitanea el Expreso Austral. En el torneo local no venía bien futbolísticamente pero ayer todos querían entrar a la historia. Desde el primer minuto arrinconaron al rival en su propio arco. No obstante, la velocidad que imprimieron en su juego se transformó por momentos en ansiedad por anotar e ir al menos con la mínima ventaja al descanso.
Al final ambos regresaron al camerino con el marcador en blanco, pero el Cuenca mereció más. Creó alrededor de siete oportunidades de gol. Melivillo, Porozo, Rojas y hasta Mosquera estuvieron cerca de vencer a Bernardo Medina, mas les faltó fortuna en el puntillazo final.
En el segundo tiempo, el Cuenca salió con la misma propuesta. No contó que Matías Conteras por doble amarilla se fuera temprano a las duchas. El argentino, mientras abandonaba la cancha, juntó su manos y llevó una de ellas hacia su corazón, disculpándose con la afición.
El Cuenca bajó las revoluciones. La expulsión afectó anímicamente al equipo, pero el rival tampoco aprovechó la superioridad numérica. Su conformidad le salió caro. A los 21 minutos ingresó Edison Preciado por Brian Cucco. El orense dio un giro al trámite del partido. Desde casi media cancha, sacó un pase largo, Rojas lo tomó y con la derecha venció a Medina para el 1-0.
El Cuenca se prendió de nuevo. Ni parecía que jugaba con diez. A siete del final. Otra vez Preciado habilitó en el área chica para que Bonfigli coloque el milagroso 2-0 con el que se fueron a los penales.
En los cinco primeros lanzamientos ambos equipos se mostraron precisos. El Cuenca acertó con Bonfigli, Quiñónez, Rojas, Porozo y Bedoya, en su orden. En el uno a uno, con alta tensión en el estadio, Heras interpuso su mano derecha para atajar el penal de Matos.
Era el turno de Preciado. Y no defraudó. La euforia se desató en los cerca de 10.000 aficionados que se dieron cita al Alejandro Serrano Aguilar. Preciado sacó un guante quirúrgico y el estadio retumbó. El delantero rememoró con su festejo el gol histórico que convirtió en el 2009 a Boca Juniors.
En la reanudación del certamen, Biggeri y Cucco no podrán estar en la banca. También fueron expulsados. (BST)-(D)
FUENTE: elmercurio.com.ec