Lo que comenzó como un sueño, hoy es una realidad. De esta manera, el ecuatoriano José Arias afirma que siempre quiso ser ejemplo de perseverancia para el país a través de su conocimiento y trabajo.
Cree firmemente que la disciplina, esfuerzo y batallar por los anhelos hicieron que aquellos se cumplan. Arias, de 32 años, confesó que siempre es honesto. “Soy así conmigo mismo, transparente hacia lo que quiero hacer y a donde quiero llegar”, dice.
Bajo esa convicción, José se convirtió el pasado 19 de julio entre los 100 mejores empleados de Microsoft, una compañía tecnológica multinacional, de un total de cien mil.
Lleva 12 años trabajando y ascendió varios puestos. Empezó manejando varios distribuidores de computadora de marcas comerciales como Cartimex y HP. Actualmente es especialista de soluciones en la nube para Texas, Louisiana, Oklahoma, Missouri, Arkansas y Tennessee, tarea que la compañía está aplicando como parte del proceso de transformación digital.
El guayaquileño, quien vive en Austin-Texas, recibió como galardón una placa y pasaje aéreo a Mónaco con todos los gastos pagados, viaje que realizará en octubre junto a los otros 99 ganadores de Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela, Canadá, India, Australia, entre otros.
Su premio es a la categoría Platinum Club, el nivel más alto de reconocimiento, debido al rendimiento dentro de la empresa. “Me siento muy orgulloso de ser ecuatoriano y esto me motiva a seguir creciendo”, expresa y añade que su mayor objetivo es llegar a ser vicepresidente de la compañía.
Arias, casado y padre de tres niños, sostiene que no es el único reconocimiento que ha recibido, pues en tres ocasiones ganó el Gold Club, un mérito a la excelencia a nivel de continente.
Todos estos premios, para el ingeniero en sistemas en telecomunicaciones, no son más que recompensas al esfuerzo dedicado. “Ha habido muchos momentos, y creo que a todos nos ha pasado, en donde hemos estado hasta sin dormir por nuestro trabajo, pero tarde o temprano esa distinción viene, por lo que realizamos, ayudamos y hasta cómo impactamos con el trabajo que hacemos”, comenta.
José, quien visita cada año el Ecuador, se siente agradecido de haber aprovechado los internados que Microsoft hacía en el país, donde se desarrollaban aplicaciones y se preparaban demostraciones de productos. Ahí estuvo durante un año.
Posteriormente, recibió la propuesta de la compañía. Laboró por 6 años en Ecuador. Después, dos años en Puerto Rico, hasta que finalmente se radicó en Texas, donde lleva 4 años.
Arias, quien es uno de los más de 90 empleados ecuatorianos en Microsoft, está convencido de que el aventurarse siempre será parte del éxito. (I)
Fuente: El Universo