Britney Spears todavía no tiene el control de su dinero, y debe pedir permiso a su padre y tutor, Jamie Spears, cuando quiere hacer algún gasto extravagante.
Según la revista Star, influenciada por su novio, el modelo y personal trainer Sam Asghari, Spears quería comprar un gym en Los Angeles, sin embargo su padre rechazó la compra, al ver que no era una buena inversión para ella.
El informante comentó que estaba claro que el lugar sería administrado por Sam, pero su padre lo aceptó la propuesta.
“Cualquier movimiento financiero, ella debe pedir permiso a su padre, y si Jamie no firma, ella no tiene el dinero”, señala la fuente.
Fuente: La Botana