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Por qué tienes un tic en el ojo


Si tienes un tic en el ojo no pierdas detalle de este artículo ya que te explicamos a que se debe este hecho.

Un blefaroespasmo, más conocido como tic nervioso en el ojo, es una anomalía en la función del párpado y se da cuando los músculos que regulan su apertura y cierre se contraen de forma involuntaria, repetitiva y rítmica con mayor o menor frecuencia e intensidad. A modo de ejemplo, el párpado puede cerrarse parcial o totalmente y después volver a abrirse de forma reiterada.

Este temblor en el ojo puede ser apreciable o no por un observador externo y puede aparecer acompañado de otros síntomas como visión borrosa o sensibilidad a la luz. Se denomina de forma técnica como fasciculación del párpado cuando el tic en el ojo es muy leve y afecta sólo a unas pocas fibras del músculo orbicular del párpado. Además, los pacientes suelen presentar dificultades para leer, conducir, ver la televisión o realizar otro tipo de actividades cotidianas.

Estos tics nerviosos en ojo pueden aparecer tanto en el izquierdo como en el derecho y en el párpado superior como en el párpado inferior. El lugar de aparición del temblor generalmente no va a estar relacionado con su causa, pero para confirmarlo es necesario estudiar la causa.

Causas del tic nervioso en el párpado

No hay causas claras que expliquen el por qué se produce este tipo de temblor nervioso en el ojo y en muchas ocasiones es imposible identificar una exacta, aunque las evidencias apuntan a que este problema puede tener su origen en una alteración de la zona del cerebro responsable del control de los músculos, es decir, los ganglios basales. A pesar de esto, sí que se sabe que hay una serie de factores desencadenantes o agravantes que favorecen tanto su aparición como el hecho de que se mantenga en el tiempo. Entre ellos destacan:

  1. Estrés físico o psíquico: Esta causa es de las más comunes de los tics nerviosos en personas adultas porque, aunque todos pasamos por situaciones de estrés en diferentes momentos de nuestra vida, tanto personales como profesionales, cada persona reacciona de una forma distinta. Si conseguimos calmarnos y disminuir el estrés, será más fácil que el blefaroespasmo desaparezca.

  2. Cansancio ocular o fatiga física: El uso excesivo de pantallas de ordenador, televisión o teléfonos móviles puede desembocar en espasmos en los párpados. También la falta de sueño puede ser un factor desencadenante, la necesidad de usar gafas o lentillas graduadas y no llevarlas o sufrir un cambio de graduación.

  3. Irritación o falta de hidratación de la córnea o de la conjuntiva: Puede ser una consecuencia de permanecer en ambientes secos y en espacios cerrados poco ventilados con calefacción o aire acondicionado. Además, debido al proceso de envejecimiento, más de la mitad de la población de edad más avanzada experimenta sequedad en los ojos. Las causas pueden ser muy variadas, por lo que lo mejor será que un especialista en oftalmología te evalúe. Hoy en día hay muchas alternativas para tratar los síntomas de este problema visual.

  4. La ingesta de productos estimulantes como las bebidas con cafeína, el café, el tabaco o ciertos estupefacientes o medicamentos.

  5. Alteraciones neurológicas funcionales del sistema nervioso central.

  6. Alergias: Una de las posibles causas es cuando una persona sufre de alguna alergia como consecuencia suele experimentar enrojecimiento, picor o lagrimeo en los ojos. Podemos ayudarnos a calmar esta sensación frotándonos los ojos, lo que puede producir el tic en el ojo eventualmente.

  7. Otros factores, como una mala graduación visual, golpes y/o traumatismos en el ojo o desequilibrio en la nutrición, como puede ser una deficiencia en sustancias nutricionales como el magnesio.

En algunos casos, el tic en el ojo pueden tener un origen hereditario o estar relacionados con enfermedades reumatológicas o neurológicas como el síndrome de Gilles de la Tourette o el síndrome de Sjögren. Puede ocurrir también que sus síntomas vayan precedidos o acompañados de otros como blefaritis, es decir, inflamación de los párpados, ojo seco, conjuntivitis o fotofobia (sensibilidad a la luz).

Acudir al médico en caso de...

Los blefaroespasmos en el ojo continúan normalmente de forma intermitente a lo largo de un día, varios días o incluso hasta una semana, y pueden desaparecer poco a poco perdiendo intensidad o de manera súbita sin ningún tipo de tratamiento. Sin embargo, es cierto que, en algunas ocasiones, pueden durar mucho más tiempo y pueden ser más molestos e intensos.

En todos los casos se recomienda acudir al oftalmólogo para que sea este especialista quién valore la causa del tic en el ojo, siendo siempre necesaria esta visita en caso de que éste vaya acompañado de determinadas características o circunstancias:

  • Dura mucho en el tiempo o aumenta de intensidad

  • Afecta en la vida diaria de la persona

  • Afecta a la visión produciendo, por ejemplo, visión doble

  • Se extiende a otras partes de la cara

  • Se acompaña de otros síntomas, como la cefalea

  • Se observa una caída del párpado

Tratamiento

En cuanto al tratamiento, la mayoría de los tics en el párpado son intrascendentes y no requieren un abordaje terapéutico, pues basta con determinar la causa que los produce y poner los medios para solucionarla. Por ejemplo, tomar la última comida dos o tres horas antes de acostarte, apagar todos los aparatos electrónicos y dormir un mínimo de 8 horas diarias puede ayudar a reducir la fatiga ocular.

En el caso de estrés, también el hecho de aumentar las horas de sueño podrá aliviar los síntomas, al igual que consumir menos cafeína u otros estimulantes y la puesta en práctica de técnicas de relajación como el mindfulness o la meditación.

También es aconsejable asegurar la humedad apropiada del ojo para contrarrestar la sequedad ambiental usando lágrimas artificiales, dejar de fumar, descansar cada cierto tiempo la vista de las pantallas de los dispositivos y realizar controles de tus ojos con el oftalmólogo de forma regular.

Otra opción de tratamiento en caso de temblores nerviosos más complejos en el ojo, y siempre bajo prescripción médica por un especialista, es tratarlos con inyecciones de toxina botulínica para relajar el músculo del párpado contraído de forma permanente y disminuir la severidad del síntoma. Como el efecto solo dura unos meses, sería necesario que el paciente volviera a la consulta para repetir el mismo tratamiento.

Finalmente, y si así se considera, también se puede recurrir a la cirugía mediante una miectomía orbicular, es decir, una pequeña intervención quirúrgica sobre el músculo orbicular del párpado afectado.

Fuente: Bekia Salud


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