Beber agua es muy importante... pero, ¿cuánto es demasiado? Descubre qué es la hiponatremia.
Seguro que tú también has pensado que quizás debas beber más agua de la que ya tomas, ¿piensas que no bebes lo suficiente? Asiduamente nos recuerdan que tenemos que ingerir cierta cantidad de agua para hidratarnos y poder llevar una vida saludable. En ciertos trabajos incluso han colgado carteles para recordar a los empleados que deben beber agua de manera constante, también se han creado divertidas apps para no olvidar nunca ingerir el mínimo recomendado, pero ¿qué pasa si bebemos más de lo que debemos? ¿sabes lo que es la sobrehidratación
Te vamos a contar todos los peligros de beber en demasía, porque sí, beber agua de forma excesiva también puede acarrear serios problemas para la salud.
La sobrehidratación es uno de los peligros que acarrea el beber en demasía
¿Qué es la sobrehidratación?
El agua es el elixir de la vida, fuente eterna de hidratación, pero ¿qué pasa si decimos que el agua puede llegar a convertirse en veneno? así es, el agua en exceso puede provocarnos convulsiones que puede desencadenar en una hiponatremia, y ésta incluso a una parada cardíaca que provocase la muerte.
Antes de alarmar a nadie, vamos a explicar qué es la hiponatremia y cómo se puede producir. Desde ahora, os adelantamos que, como todo, los excesos son los que causan estragos en nuestro organismo, y, como tal, el agua también puede acarrearnos serios problemas para la salud si llegamos a la sobrehidratación.
Para empezar, la hiponatremia es un trastorno derivado, entre otras afecciones, de la ingesta excesiva de líquido, es decir, de la sobrehidratación, lo que provoca una concentración demasiado baja de sodio en sangre. Los síntomas son bastante claros, por ejemplo, convulsiones, tensión muscular, confusión, fatiga, llegando a dejar de responder el cuerpo a los estímulos.
Nos encontraríamos, entonces, con una intoxicación hídrica cuando el organismo se enfrenta a más de 7 litros de líquidos, consumiendo más de 1,5 litros por hora, si se supera esta cantidad podría desencadenar en una hiponatremia, tal y cómo hemos indicado anteriormente, el agua se puede llegar a convertir en auténtico veneno para el cuerpo.
Aunque lo normal no es ingerir estas cantidades desmesuradas de agua, lo cierto, es que no es tan raro como parece. La sobrehidratación suele ser uno de los peligros que corren aquellas personas que se dedican al deporte de alto rendimiento, aquellas que realizan grandes maratones o ejercicio físico de forma continuada, están más expuestas a sufrir intoxicación hídrica.
El problema surge debido a que algunos deportistas ingieren grandes cantidades de agua antes de comenzar la actividad, esto conlleva a una sobreeliminación de minerales que se diluyen a través de la sudoración, lo que llevaría a bajar los niveles de potasio en sangre y, por tanto, pueden aparecer los peligros y primeros síntomas de la sobrehidratación. Para ello, los expertos suelen recomendar beber una cantidad moderada de líquidos antes y después de realizar ejercicio y que éste contenga minerales y nutrientes para que el organismo vaya recuperándose con normalidad.
¿Cómo prevenir la sobrehidratación?
La sobrehidratación es uno de los peligros que acarrea el beber en demasía pero, también, puede deberse a diversos factores, como, por ejemplo, el mal funcionamiento de los riñones.
En cuanto a la prevención de la hiponatremia por exceso de líquidos, la solución es sencilla; limitar el consumo de agua y otros líquidos al recomendado por los especialistas, no exceder de la cantidad recomendada, es decir, no más de 5 litros al día. Cuidar la hidratación de nuestro organismo, tampoco esperar a tener sed para beber. Asimismo, ingerir alimentos que ayuden a mantener los niveles de sodio en sangre, la fruta y la verdura son excelentes aliados. A la hora de hidratarnos hay que tener en cuenta diversos factores como la edad, el peso, la estatura...
A la hora de hidratarnos hay que tener en cuenta diversos factores
Por otra parte, para los deportistas, es recomendable que antes de una competición limiten la ingesta de agua y a posterior ingieran bebidas isotónicas o que contengan sales minerales suficientes para equilibrar el sodio en sangre.
Además, nuestro organismo empleo diversos mecanismos para no llegar a esta sobrehidratación. Por ejemplo, cuando el cerebro es capaz de activar mecanismos de defensa a la intoxicación hídrica como es la inhibición de la deglución. La garganta "se cerraría" para impedir un mayor consumo de líquidos, y que sea más dificultoso ingerir más agua. Por otro lado, nuestras neuronas también son capaces de asimilar la cantidad de agua recibida, repercutiendo en nuestro organismo de forma positiva y conseguir una hidratación de manera más gradual.
Decíamos al principio que los excesos son los culpables de los problemas y peligros que pueden llevarnos a un desequilibrio de nuestra salud, y con el agua pasa exactamente lo mismo. No podemos beber por encima de nuestras posibilidades, aunque vivamos en una era en la que los excesos de la vida healthy y los mensajes publicitarios pueden llegar a confundir a la sociedad y afectar directamente a nuestra nutrición. Por eso, siempre aconsejamos visitar a los especialistas y profesionales de estos ámbitos.
Fuente: Bekia Salud