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Cómo superar la ansiedad al conducir


Si tienes ansiedad cada vez que conduces, el control está en tu mente, ¡puedes superarlo y conducir sin miedo!

Cada día ves a cientos de conductores al volante... ¡parece algo tan fácil! Aunque parece que a ti, desde que comenzaste las prácticas de coche, la ansiedad se apodera cada vez que pones las manos al volante. No te preocupes, es más normal de lo que te piensas... A medida que vayas conduciendo y cogiendo experiencia al volante, esa ansiedad tenderá a desaparecer y podrás disfrutar de la conducción.

Muchas personas experimentan ansiedad al conducir. Esta ansiedad se puede manejar con ciertas técnicas de relajación y cambios de pensamiento. La ansiedad es una respuesta normal al estrés que puede convertirse en un trastorno debilitante si te impide realizar las tareas requeridas, como conducir. Un trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por períodos recurrentes de miedo intenso acompañado de síntomas físicos. Tratamientos efectivos para ataques de pánico y trastornos de ansiedad pueden estar a tu disposición para que la conducción se vuelva más agradable para ti.

Cada día ves a cientos de conductores al volante

Síntomas de la ansiedad

Investiga y aprende sobre el pánico y la ansiedad. Comprender los síntomas puede ayudarte a aprender mejor a sobrellevarlos.

Observa cómo te sientes

Observa tus sentimientos y acéptalos. Incluso es aconsejable empeorar intencionalmente tus sentimientos para aceptarlos y obtener control sobre ellos. Los síntomas emocionales de la ansiedad incluyen sentir temor, experimentar problemas para concentrarte, sentirte tenso o nervioso, observar señales de peligro y sentir que tu mente se ha quedado en blanco. Los síntomas físicos pueden incluir dolores de cabeza, sudoración, un corazón acelerado o náuseas.

Técnicas de relajación mientras conduces

Relaja los músculos faciales o girar ligeramente la cabeza de un lado a otro. También puedes apretar el volante con fuerza y luego relajar las manos. Realiza este ejercicio un par de veces mientras conduces y te darás cuenta de que comienzas a relajarte.

Controla tu respiración

Controla tu respiración. La hiperventilación puede ser causada por ataques de pánico. La respiración profunda puede aliviar los síntomas de la hiperventilación, incluidos mareos y opresión del tórax.

Antes de conducir un poco de meditación

Toma un tiempo para incorporar técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, en su rutina diaria. Estas prácticas pueden ayudar a aliviar la ansiedad general por lo que te sentirás más relajado tanto en casa, como en otras circunstancias personales y en la conducción.

Cambia la forma en que te hablas

Este paso es el más importante de todos, necesitas cambiar la forma en que hablas contiguo mismo... Debes recordarte que tus temores son infundados porque solo existe una pequeña posibilidad de que tus pensamientos ocurran y que tus sentimientos sean temporales. Recuerda que un ataque de pánico no puede causar que te desmayes, dejes de respirar o pierdas el control de ti mismo.

Ciertas técnicas de manejo del estrés, como la distracción, no deben usarse durante la conducción

Busca ayuda de un profesional

Busca ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarlo a profundizar en la causa de su ansiedad y desarrollar estrategias de afrontamiento. Los medicamentos pueden ayudar a tratar los síntomas de ansiedad, aunque muchos no deben usarse durante la conducción. Puedes ir a tu médico para explicarle cómo te sientes cada vez que te sientas al volante para que te indique las mejores recomendaciones que puedes seguir en tu caso concreto.

Ciertas técnicas de manejo del estrés, como la distracción, no deben usarse durante la conducción. En la conducción debes estar todo el tiempo concentrado y alerta para reaccionar a tiempo si es necesario. No permitas que las técnicas de relajación te roben la concentración en la carretera. Si te das cuenta de que estás sintiendo demasiada ansiedad o incluso que estás sufriendo un ataque de pánico, entonces lo ideal es que te pares y aparques un rato hasta que logres tranquilizarte. Una vez que tus pensamientos cambien y te des cuenta de lo capaz que eres, entonces vuelve a arrancar el coche y llegar a tu destino.

Fuente: Bekia Salud


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