El fenómeno viral reciente de la aplicación FaceApp no es nuevo, ya en 2017 se hizo famosa por permitir a sus usuarios utilizar filtros que les permitían verse de diferentes etnias, pero debido a los comentarios que generó sus desarrolladores la tuvieron que retirar.
Ahora FaceApp ha hecho noticia otra vez ya que con solo subir una foto sus usuarios pueden ver en sí mismos el efecto del paso de los años. Miles de personas han inundado las redes sociales con sus fotos dejándose ver como personas mayores. Hasta el momento la aplicación ya tiene más de 80 millones de descargas en todo el mundo.
La app utiliza algoritmos de inteligencia artificial y redes neuronales convolucionales generativas profundas para escanear los rostros que identifica en las imágenes y modifica caracaterísticas que añaden el efecto esperado, como cambiar el color del pelo integrando canas, aumentar las arrugas donde identifica que hay y añadir ojeras para simular el aspecto mayor de la persona.
¿Es realmente seguro el uso de este tipo de apps?
El éxito de este tipo de apps permite que se expanda su uso sin que la gente sienta que hay riesgos para su privacidad. Cuando se instala la app lo primero que solicita es el acceso a la carpeta de fotografías del dispositivo del usuario, es lógico que siendo una app que trabaje con fotografías necesite el acceso a esas carpetas, pero donde quedan las fotos que se suben a esta app?. En sus políticas asegura que todo lo que es generado por sus usuarios es guardado por ellos sin que llegue a ser compartido o vendido a otras empresas sin el consentimiento del dueño de la foto.
Pero si se lee más al detalle se menciona que el contenido subido y generado por los usuarios puede ser accedido por empresas afiliadas a la compañía que desarrolló la app, esto permitiría que otras empresas que no compartan el mismo fin de FaceApp puedan acceder al contenido para otro tipo de uso.
Un detalle adicional es que FaceApp en sus políticas menciona de manera no muy explícita que el usuario al subir sus fotos le otorga a esta empresa una "licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, sin royalties, totalmente pagada y con licencia transferible" para poder "usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar públicamente y mostrar" todo lo que se haya generado mediante la aplicación.
Actividad riesgosa
Los problemas que generan este tipo de aplicaciones es la exposición de los datos personales de los usuarios que suben sus fotos. Cuando se sube una foto no solo se publica la imagen, se guarda información extra como la ubicación, el tipo de teléfono utilizado, etc. Sin dejar de lado que ahora la app tiene acceso a la carpeta de fotos y no se conoce el buen uso que puedan llegar a darle más adelante los desarrolladores de la aplicación.
La app fue desarrollada por Wireless Lab con sede en San Petersburgo, Rusia, y que es manejada por Yaroslab Goncharov. Como en el caso de muchas empresas desarrolladoras de este tipo, toda esta información que recolectan puede ser utilizada para vender publicidad o para ser usada en reconocimiento facial por otras empresas, no olvidemos que son empresas sujetas a ser compradas por otras y toda la información que poseen sería propiedad de los nuevos dueños. (E)
Fuente: El Universo