
Mathías Villacís tiene dos décadas en el oficio. Su trabajo destaca porque los recursos no han sido un impedimento para crear los escenarios más insospechados, donde los protagonistas son los añorados personajes no solo de los niños sino de una generación que como él, recuerda una época pasada.
Se autodefine como el ‘MacGyver’ de la fotografía porque sus locaciones no tienen mayores recursos pero sí, una creatividad infinita para capturar esos objetos que son alegría y paliativo: los juguetes.
Mathías Villacís hace un esfuerzo por recordar el número de objetos que tiene su colección y se atreve a decir que llegan a 300 muñecos. Bajo llave guarda en una vitrina con tres compartimentos figuras de todas las épocas; pero ‘He-Man’, el personaje de fuerza sobrehumana del universo ‘Masters of The Universe’ tiene para él, sin duda, un significado importante.
En este universo creado por el coleccionista con leves luces violetas está el primer ‘He-Man’ que le regaló su madre, y otro muñeco igual que compró para homenajearlo y que aún lo conserva en la caja.
Mientras lo cuenta se anima a colocar uno de los blísteres o pequeños discos rojos con pólvora sobre la espalda del juguete, para recordar lo que es, según él “el olor de la infancia”.

“Antes de ser fotógrafo fui coleccionista”, aclara. La afición le llegó también desde la melomanía porque como buen ochentero, desde su adolescencia ahorraba para comprar los discos compactos de sus bandas de rock favoritas.
Un día, la portada de ‘Creatures of the Night’ de la banda estadounidense ‘Kiss’, le impactó hasta el punto que comenzó a interesarse por los artes de los CD’s. Algo muy probable en medio de la carrera de Diseño que estudiaba en ese entonces; pero que despertó en él “un alma de coleccionista que todos tenemos en algún momento”.
Fotografía A los 19 años su tía le regaló su primera cámara: una Pentax MZ-M con la que tomó fotos que reveló en un cuarto oscuro: “Me enamoré del proceso porque además crecí junto a la Polaroid instantánea de mi padre y antes de que él fallezca, me llevó a conocer una imprenta y al diseñador Fabián Álvarez, a quien admiro tanto. En ese momento el diseño y la fotografía se fusionaron en mí”.
Cuando Mathías se casó en el 2010 adquirió su primera cámara digital y su tiempo en casa fue aprovechado de forma poco usual. Al colocar la ropa en la lavadora imaginó en esa estructura un mundo parecido al de una película. Lo mismo sucedió con el horno de la cocina, el lavaplatos y la refrigeradora.

Más tarde, los paseos en familia se convirtieron en sesiones fotográficas porque a los viajeros se sumaron las figuras de He-Man, Skeletor, She-Ra, Darth Vader, Batman, e incluso los integrantes de las bandas de rock.
El proceso, cuenta Villacís, además de equipos, luces y cuidadosas técnicas del oficio, requiere de mucha paciencia. Esto último se traduce en resultados contemplativos que dejan incrédulo al espectador.
Slash tocando la guitarra para la canción ‘November Rain’ en medio del cerro ‘Plateado’ en Zamora; las ‘Tortugas Ninja’ bajo la alcantarilla que en realidad fue recreada en la estructura de una lavadora de carros; o ‘Los Caballeros del Zodiaco’ posando con el fondo de una iglesia en Azogues, son parte del trabajo de Mathías que puede representar una locación con lo inimaginable.
Las debilidades del fotógrafo se resumen en dos cosas: los comerciales de juguetes de la empresa ‘Mattel’, y el uso del flash en sus capturas que “respetan los principios de un coleccionista al seguir, al pie de la letra lo que he leído en los cómics y jamás me he atrevido a cambiar los guiones de cada una de las historias”.

El guión de Villacís, en cambio, ha cambiado al alejarse del común denominador de los fotógrafos y mantener la consigna laboral de: “crear una fotografía con lo que está al alcance”.
Su trabajo está disponible en Facebook e Instagram con el nombre ‘Fotos de Juguetes’. (I)
DATOS -Afición. Su apego por la fotografía comenzó desde su melomanía cuando admiraba las portadas de los discos de rock que compraba con sus ahorros.
-Cámaras. La primera cámara fotográfica del artista fue una Pentax MZ-M que le regaló su tía, mientras cursaba la universidad a sus 19 años.
-Bodas. El trabajo de Mathías Villacís también está enfocado a la fotografía de bodas, donde maneja un concepto de historias personales con sus clientes.
FUENTE OFICIAL ELTIEMPO