Si comes solo cuando tienes hambre es probable que puedas bajar de peso antes de lo que te imaginas.
Aunque la pérdida de peso es una lucha constante, funciona según un principio simple: pierde peso al quemar más calorías de las que consumes. Si tienes sobrepeso, tus objetivos deben ser reducir la ingesta calórica y aumentar la actividad física. Si bien estos dos objetivos promueven la pérdida de peso de manera más efectiva cuando se hacen juntos, puedes perder peso al cumplir con uno solo de estos objetivos. Si tu objetivo es perder peso simplemente reduciendo calorías, comer solo cuando tienes hambre es una buena manera de comenzar.
A continuación vamos a comentarte algunos consejos para que a partir de ahora puedas comer solo cuando tengas hambre. No comas en momentos en lo que estás aburrido o que piensas que tienes hambre cuando quizá solo tengas sed. A partir de ahora podrás organizar mejor tus comidas para que, de este modo, seas capaz de perder peso porque aprenderás a comer solo cuando realmente tienes hambre.
Si tienes sobrepeso, tus objetivos deben ser reducir la ingesta calórica
Reemplaza los alimentos
Reemplaza los alimentos que comes cuando tienes hambre con alternativas más saludables. Tendrás que asegurarte de que tu dieta diaria esté compuesta principalmente de granos enteros, proteínas magras, frutas, verduras, lácteos bajos en grasa o sin grasa y grasas insaturadas. No te preocupes por cuál de estos grupos de alimentos debes limitar; reducir la ingesta calórica conduce a la pérdida de peso, independientemente de los alimentos que comas o no.
Come a un ritmo más lento
Come más lento. Haz una pausa cuando estés comiendo, en lugar de comer sin interrupciones. Mastica bien la comida. Toma más de 20 minutos para consumir una comida, ya que esto le da tiempo a tu cerebro para darse cuenta de que tu estómago está lleno. Ten en cuenta cuándo ya no tienes hambre y deja de comer antes de sentirte lleno.
Elimina las distracciones mientras comes
Elimina las distracciones mientras comes para que prestes atención a las cantidades de alimentos y reconoce más fácilmente cuándo has tenido suficiente. No mires televisión, no mires internet... no te distraiga de tu comida mientras la consumes lentamente.
Come solo en la mesa
Otra idea es que te acostumbres a comer solo en la mesa. Olvida eso de levantarte cada dos por tres de la cama al sofá. No comas haciendo otras cosas. En el momento de comer, siéntate en la mesa y disfruta de los alimentos que tienes delante.
Ocupa tu mente
Encuentra actividades que ocupen tu mente cuando sientas la tentación de comer por aburrimiento. Puedes salir a caminar, llamar a un amigo que hace tiempo que no ves, montar en bicicleta, leer un libro o mirar algo por internet que te genera curiosidad. Cuando tu mente se despeja del aburrimiento no sentirás la tentación de comer calorías extras que no necesitas.
Lo ideal es que te acostumbres a tomar alimentos nutritivos que sean bajos en calorías
Toma alimentos nutritivos
Lo ideal es que te acostumbres a tomar alimentos nutritivos que sean bajos en calorías durante el día cuando tengas hambre. Mantén el hambre excesiva a raya de esta manera para que tenga más control a la hora de comer. Así como saltarte la comida cuando no tienes hambre es importante para los esfuerzos de pérdida de peso, también lo es comer cuando tienes hambre.
Mantén un diario de pérdida de peso
Escribe un diario de pérdida de peso y anota cuando comes sin tener hambre. Identifica los momentos del día, las emociones, las situaciones, las personas y otros factores desencadenantes que provocan una alimentación innecesaria. Evita estos desencadenantes siempre que sea posible, y busca otros preparados para hacer frente de una manera diferente.
Establece objetivos inteligentes para perder peso... una forma realista de perder peso semanalmente es perder entre 400 y 500 gramos. De esta manera no cogerás ese peso que pierdes demasiado rápido.
Fuente: Bekia Salud