La actriz bogotana habló en exclusiva con EL COLOMBIANO sobre su regreso al personaje que la inmortalizó.
Beatriz Pinzón, más conocida como Betty, la fea, marcó un antes y un después en la vida de la actriz Ana María Orozco, que tras el boom arrasador del personaje tomó distancia y desde hace 15 años se radicó en Argentina.
En Buenos Aires, tras dedicar un tiempo a sus hijas, retomó su pasión por la actuación y ha estado presente en múltiples proyectos del cine, el teatro y la televisión de ese país.
En 2022 volvió a Colombia para protagonizara la comedia Cochina envidia, de Prime Video, y ahora está de regreso para Betty, 20 años después, que marca el regreso a la pantalla de la fea más querida y famosa del mundo que aunque no tiene fecha exacta se sabe que será este 2024.
¿Cuánto tiempo lleva radicada en Argentina’
“Ya son más de 15 años, pero en los últimos años por trabajo he venido más a Colombia”.
¿Cómo ha sido esa adaptación a vivir en Buenos Aires?
“Es una ciudad muy estimulante, con una vida cultural rica, la verdad es que por más diferencias que tengamos es una ciudad, es un país, donde no es difícil adaptarse, la gente es muy generosa y abierta, me he sentido muy cómoda”.
¿Profesionalmente, cómo fue abrirse ese camino?
“Inicialmente, llegué por un tema familiar, personal, y los primeros años estuve dedicada a mis hijas, entonces ha sido un trabajo paulatino, he podido hacer cosas allá, me siento súper honrada y afortunada, porque ellos tiene un gran talento, admiro a los actores argentinos, entonces que me hayan abierto un espacio hace que me sienta afortunadísima, obviamente ayudó el nombre que me dio Betty, la fea, que allá fue un éxito, como en muchos lugares, entonces digamos que en un principio tuve esa gran suerte de que me abrieran las puertas”.
¿Cómo analiza la evolución de las producciones colombianas en los últimos 25 años, tras el boom de Betty?
“Me parece maravilloso que se puedan ver y apreciar nuestras historias en muchos otros países, que no se queden localmente, creo que lo que se hace en Colombia gusta muchísimo, lo valoran tanto por el talento, como por las historias y el humor, nuestra idiosincrasia se refleja en las producciones y en las series.
La gente las aprecia mucho, me parece fantástico tener esa oportunidad que nos dan las plataformas como Prime Video, de poder mostrar todo lo que tenemos, en un intercambio riquísimo, no solamente con los actores colombianos, sino con los de la región”.
¿Para los actores es más satisfactorio estar en este tipo de proyectos, más allá de los dramas tradicionales?
“Es muy rico participar en este tipo de proyectos, es muy divertido, porque es algo muy nuestro, que tiene que ver con nuestro humor y nuestros códigos, me parece lindísimo no ser tan rígidos. Me gusta que nos reímos de nuestros propios dramas, que siempre le sacamos el humor a todo en un país como el nuestro que ha sufrido tanta violencia e injusticia, y sin embargo siempre tenemos el humor a flor de piel, el chiste, eso es algo muy de ser colombiano”.
¿Su historia de vida casi que al nacer estaba trazada por la actuación, por la influencia de su papá Luis Fernando Orozco?
“Yo empecé acompañando a mi papá a Gravi, en los primeros estudios de televisión en el centro de Bogotá, y me apasionaba estar tras bastidores, viendo sus obras de teatro, entonces para nosotras (con su hermana Verónica Orozco) siempre fue natural, era como nuestra vida, y empezamos a actuar desde muy niñas y ya a los 20 y pico de años decidí que eso era lo que quería para mi vida y comencé más lleno el proceso, no fui a la universidad, mi aprendizaje fue en las novelas y series, y así fui forjando una carrera hasta que llegó lo de Betty, un antes y un después en mi vida, que me trajo una fama exacerbada que no esperaba”.
¿Cómo fue su relación con Betty, con Beatriz Pinzón?
“Siempre ha sido espectacular, del personaje me enamoré desde el primer momento, desde que fui al casting lo visualicé y empecé a ensayarlo, realmente es un personaje entrañable para mí, lo he disfrutado y me he sentido cómoda haciéndolo, solo tengo agradecimiento porque me ha dado tantas cosas, ha sido un máster en mi vida”.
¿En algún momento se sintió abrumada por el reconocimiento que le dio Betty?
“Eso es normal y creo que le pasa a muchos actores cuando tienen una fama así, porque quién está preparado para eso, no es fácil y en ese momento no lo fue, me imagino que hoy con las redes todo hubiera sido peor, pero sí me abrumaba, yo era más joven y nunca visualicé mi carrera en ese sentido. Yo me tomaba la actuación muy en serio, no aspiraba a ser famosa, siempre he sido tranquila”.
¿Genera ansiedad la serie Betty, 20 años después?
“No, me siento tranquila y confiada, no porque crea que será un éxito asegurado, ni mucho menos, sino porque de corazón hemos hecho un trabajo con mucho respeto y cuidado, con amor, es un homenaje a la Betty original.
No se pretende ser la misma, no es el mismo escritor, pero está la esencia, ese legado tan grande que nos dejó Fernando Gaitán.
El ejercicio de imaginarnos cómo sería la historia y los personajes 20 años después ha sido un proceso riquísimo, entonces confío en que la van a recibir con cariño, con los brazos abiertos, porque la gente que quiere Betty, quiere a los personajes, quiere verlos nuevamente”.
Su hija, que recién cumplió 20 años, está siguiendo sus pasos en la actuación...
“Es algo muy lindo, es una decisión de ella, yo siempre fui muy cuidadosa de nuestra privacidad, de no publicar cosas, pero ella ya es mayor de edad y es su decisión. Está estudiando teatro, música y canto, haciendo sus primeros trabajos en cine, en cortos, haciendo castings, me encanta que sea feliz, que encuentre su camino”.
¿Y cómo ve la carrera de Verónica, su hermana?
“Es mi hermana chiquita, siempre fui muy maternal con ella, de estar pendiente y de apoyarnos siempre en lo que vayamos a hacer, en los proyecto que tengamos, de ayudarnos y apoyarnos, somos nuestras mayores fan”.
Fuente - El Colombiano