Bunbury desata pasiones con su controvertido "Cuentas Pendientes"
- bvaldivieso
- hace 3 horas
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Cuando me preguntan qué lugar ocupa este nuevo álbum, Cuentas Pendientes, en mi discografía, en mi cabeza se produce un corto circuito. Es un puzle difícil de resolver todavía, porque espero que me queden todavía piezas que acaben de aclarar la imagen final. Pese a la dificultad que me produce hablar de un disco recién sacado del horno, consigo establecer algunas certezas y no pocas dudas. Tengo claro que, después de cuatro discos (Palosanto, Expectativas, Posible y Curso de Levitación Intensivo, entre 2013 hasta 2020) que miraban a la música contemporánea y se esforzaban por aprovechar las posibilidades técnicas de lo digital, los sintetizadores y el Pro-Tools como instrumento en sí mismo, con mi anterior, Greta Garbo, y con este nuevo álbum, me he esforzado por revisitar las técnicas de grabación más austeras y aprovechar el valor del instrumento y el intérprete.
Aunque Greta y cuentas Pendientes son discos que denen alterencias clarisimas en cuanto a los generos que visitan, son discos emparentados en las tormas. La busqueda del arreglo adecuado y la instrumentacion callda han sido piezas clave. En la grabación, (El Desierto Casa/Estudio, el mismo para los dos), hemos enfatizado el arreglo, y la búsqueda de la excelencia de músicos y colaboradores. En Cuentas Pendientes, a diferencia de mis últimos siete u ocho discos, la mirada se vuelca hacia la música hispana y latinoamericana, eligiendo como instrumentación básica el piano, la guitarra española, el contrabajo y la percusión. No es un disco de Rock, no naveeconca.
FUENTE: Warner Music Andina