El uso de generadores eléctricos se generaliza en Ecuador por los cortes de luz prolongados y dispuestos en todo el país por el Ministerio de Energía y Minas.
En diferentes sectores económicos, esta medida tiene un impacto muy fuerte en el desarrollo de sus actividades. El uso del generador les permite seguir con su trabajo, a pesar del ruido y la contaminación que estos aparatos generan.
Contaminación ambiental y acústica
Según María Eliza Campos, experta en cuidado ambiental de Sicma Ecuador, los generadores eléctricos que funcionan con combustibles fósiles, como diésel o gasolina, emiten gases de efecto invernadero como dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxidos de carbono (CO), que contribuyen al cambio climático.
En cuanto a la emisión de contaminantes atmosféricos, los generadores expulsan material particulado, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre.
La presencia de estos elementos en altas cantidades puede provocar impactos en el medio ambiente como lluvias ácidas. En las personas empiezan a aparecer problemas respiratorios.
En caso de que no exista un correcto mantenimiento de estos equipos, es posible que se presenten contingencias como derrames de aceite y combustibles, “provocando contaminación de recursos como el suelo y agua”.
Campos señala que los generadores eléctricos generan altos niveles de ruido de entre 60 y 90 decibeles. Esto afecta a las personas cercanas a los equipos.
Funcionamiento de generadores eléctricos
La experta en cuidado ambiental señala que un generador doméstico promedio ocupa aproximadamente dos litros de diésel por hora. Lo que equivale a 52 Kg de dióxido de carbono.
A escala industrial es más grave. Un generador mediano de aproximadamente 1 500 kWh es capaz de consumir 227 litros de diésel por hora de funcionamiento, “que en una jornada de ocho horas son aproximadamente 5 000 kilogramos de dióxido de carbono, emitiéndose a la atmósfera y afectando a la capa de ozono”.
Fuente: El Comercio