Segundo Castillo recibió una insólita multa por sus vestimentas
- Patty Calle
- hace 1 día
- 2 Min. de lectura
En los últimos días, varias sanciones y demandas contra Barcelona Sporting Club por incumplimientos financieros comenzaron a circular en redes sociales. Sin embargo, este miércoles 4 de junio se dio a conocer una multa insólita e inédita en la que está involucrado el actual entrenador, Segundo Castillo.

La participación de Barcelona SC en la Copa Libertadores fue decepcionante. Lo que se esperaba fuera una campaña histórica en el año del centenario del club, terminó siendo una pesadilla.
El equipo torero terminó último en el grupo B con cuatro puntos, detrás de River Plate (13), Universitario (8) e Independiente del Valle (8). Ni siquiera pudo acceder a la Copa Sudamericana.
Segundo Castillo provocó una multa a Barcelona SC
Como si el mal rendimiento no fuera suficiente, el periodista Marcelo Bee Sellares reveló —con documentos oficiales— que Barcelona SC deberá pagar una multa de USD 50.000 impuesta por la Conmebol.
Aunque la sanción es para Segundo Castillo, el monto será descontado directamente de los premios por derechos de televisión que el club debía recibir por su participación en el torneo. ¿La razón? El entrenador violó el artículo 6.3.3 del Manual de Clubes de la Conmebol Libertadores, el cual prohíbe expresamente el marketing de emboscada.
Este concepto hace referencia a cualquier intento, por parte de marcas, personas o entidades no autorizadas, de vincular su imagen o productos con torneos organizados por Conmebol sin la debida autorización.
En el caso de Segundo Alejandro Castillo, que se hizo viral esta temporada en la Copa Libertadores por sus llamativas vestimentas, aprovechó para hacer publicidad para una marca.
Durante un partido de Libertadores se lo captó luciendo un pin de color en uno de sus trajes, como parte de una estrategia de promoción de una conocida lotería ecuatoriana. Este gesto, aparentemente inocente, se consideró una infracción directa al reglamento de marketing del torneo.
Fuente: El Comercio