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"Somos artistas": matrimonio con 91 modificaciones corporales amplía su récord




Víctor Hugo Peralta (Uruguay) y su esposa Gabriela Peralta (Argentina), también conocidos como los "querubines del infierno", ostentan el récord del mayor número de modificaciones corporales en un matrimonio desde 2012, cuando se contabilizaron un total de 77. La pareja, ambos de 53 años, ha añadido varias más desde entonces, y recientemente las revelaron en nuestro programa de televisión italiano, Lo Show dei Record.

Sus nuevas modificaciones corporales incluyen tatuajes en los ojos, piercings, Víctor se cortó las orejas y, para conmemorar su segunda aparición en el programa, cada uno se tatuó en el pecho la bandera de Italia.

Víctor tiene ahora 41 modificaciones corporales y Gabriela 50, sumando un total de 91.


Ambos tienen muchos tatuajes, implantes cutáneos y piercings, mientras que Víctor también tiene implantes dentales y una lengua bífida.


Víctor se hizo su primer tatuaje cuando sólo tenía 11 años, pero no se hizo ningún otro tipo de modificación corporal hasta 2009, un año después de casarse con Gabriela.


Sus primeros implantes fueron tres en forma de estrella en la frente, que gustaron tanto a Gabriela que decidió unirse a Víctor en su viaje de modificación corporal. Para ellos, es el máximo símbolo de expresión artística y libertad.


"Nuestro amor por los tatuajes y por el arte corporal empezó con nosotros porque somos artistas. No sólo nos pintamos el cuerpo, sino cualquier cosa que tenga que ver con el arte", explica Gabriela.


Entre las modificaciones corporales favoritas de Víctor están su lengua partida, sus tatuajes en los ojos, sus expansiones en los lóbulos de las orejas, sus implantes de estrella y los cortes de cartílago en las orejas.


Entre las favoritas de Gabriela están sus tatuajes en los ojos, la escarificación de sus brazos, sus orejas puntiagudas y sus implantes en las manos y la frente.


En cuanto a los más dolorosos, Víctor cita la pigmentación y la división de su lengua, mientras que Gabriela dice que la escarificación de su pecho fue una sensación incomparable a cualquier otra.


Sin embargo, según Gabriela, sus modificaciones corporales no han causado ninguna molestia duradera ni afectan a su vida cotidiana.


Gabriela pasa la mayor parte del tiempo en la granja que posee con Víctor en Argentina, donde tienen más de 50 animales. "Las modificaciones corporales no me molestan", afirma


Y Víctor es un tatuador de éxito desde hace casi tres décadas, que ahora trabaja en su propio estudio en Buenos Aires.


Gabriela dice que el secreto del éxito de su matrimonio con Víctor es el amor compartido por el arte, las modificaciones corporales y el uno por el otro.


Víctor añade: "El arte puede ser algo que te una, pero no hay nada como el amor. Si no hay amor, siempre se pierde".






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