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  • Patty Calle

'Wonder Woman 1984’, más vivaz y decidida a los cines y al streaming

Diane Prince vuelve a la gran pantalla y con ella Wonder Woman o Mujer Maravilla, su alter ego, nuevamente interpretado por la actriz israelita Gal Gadot.





La directora Patty Jenkins no había terminado de hacer Wonder Woman cuando empezó a soñar con una secuela. “La primera película era el nacimiento de una heroína”, dijo Jenkins. “Ahora quería hacer algo con esa heroína”.


Nunca hubo una meta específica que la primera tuviera que cumplir, pero el productor Charles Roven dijo que una segunda parte era “innegable”. Wonder Woman no solo fue bien recibida por la crítica y un verdadero éxito de taquilla mundial, donde recaudó 821 millones de dólares, sino que tocó una fibra cultural.


En el largo camino de la secuela para llegar al público, Jenkins logró un histórico aumento equitativo de salario para ella, encontró la manera de resucitar al personaje de Chris Pine y accedió a un plan de estrenos que incluso hace unos meses parecía impensable: colocar la película de $ 200 millones en cines y en HBO Max, sin cargos extra, en Navidad.





Wonder Woman 1984 (Mujer Maravilla 1984), un nuevo capítulo maximalista en la historia de Diana Prince que se desarrolla años después, en una época de excesos, supera a la anterior en acción, efectos y viajes internacionales que hasta a James Bond le parecerían extenuantes.


Durante los ocho meses de rodaje, los equipos de acrobacias y efectos, y a menudo Gadot, estuvieron a prueba ejecutando secuencias muy ambiciosas que incluyeron competencias atléticas de amazonas con 242 acróbatas, un difícil rescate en el aire que requirió un complejo trabajo de aparejos en un centro comercial real, y un giro de 360 grados de un camión en el aire que nunca se había hecho antes.


“No creo que las secuelas siempre tengan que ser más grandes, y creo que uno puede meterse en muchos problemas haciendo eso”, dijo Jenkins.


La película, que lleva al público a los 80 de neón, presenta a dos villanos de los cómics: la científica insegura Barbara Minerva que se convierte en la rival Cheetah, interpretada por Kristen Wiig, y el ambicioso empresario Maxwell Lord, interpretado por el actor de origen chileno Pedro Pascal. Ambos ponen a prueba a Diana, quien también ha cambiado con el tiempo.


“Encontramos a una Diana muy distinta a la de ojos bien abiertos que conocimos en la primera”, dijo Gadot. “Está muy sola”. Pero recibe un destello de felicidad cuando Steve Trevor (Pine) reaparece en su vida casi 70 años después de muerto.


En otra realidad, Wonder Woman 1984 habría sido una de las películas más taquilleras y la perla más preciada en un año emblemático de grandes producciones dirigidas por mujeres. La pandemia afectó todo eso y de pronto Jenkins, Roven, Gadot y todos en Warner Bros. se encontraron buscando una fecha de estreno ideal en los cines que nunca llegaría, o al menos no en 2020.


A medida que Navidad se acercaba y los casos de coronavirus continuaban aumentando en Estados Unidos, llegaron a un acuerdo y accedieron a un estreno en cines donde estén abiertos y gratis para los suscriptores de HBO Max, la nueva aplicación de streaming de su empresa matriz. La película también se estrenará en cines a nivel internacional, entre ellas Ecuador, donde se verá desde hoy.


“La importancia de que haya mujeres valientes, autosuficientes, empoderadas, como se dice actualmente, me parece que esa es la línea que debe mostrarse, sobre todo para las nuevas generaciones”, dice la también gestora cultural. Añade que “desde pequeñas hay este estereotipo de que las niñas no tienen que jugar de esta manera, tienen que usar determinados juguetes y con la educación que se nos imparte a las mujeres se las hace un poco débil, un poco frágil y se las segrega”, Clara Medina, periodista.


Lynda Carter, la ‘maravilla’ famosa en TV


La Mujer Maravilla, una heroína ficticia creada por William Moulton Marston para la editorial DC Comics, es una princesa guerrera de las Amazonas conocida en su tierra natal como Diana de Temiscira. Antes de llamarse Wonder Woman, el cómic tenía previsto titularse Suprema Wonder Woman.


La primera actriz en meterse en la piel de Diana Prince fue Ellie Wood Walker, en un cortometraje titulado Wonder Woman: ¿Who’s Afraid of Diana Prince? (1967), producido por William Dozier, con la esperanza de convertirla en una serie.





El segundo del personaje en la pantalla chica vino de la mano de Cathy Lee Crosby. La producción en la que su protagonista tuvo el cabello rubio (el personaje es de cabellera oscura) no pasó de su estreno en 1974 hasta que llegó, un año después, Lynda Carter a enfundarse en el traje de la poderosa amazona y que terminó de convencer a los productores, estudios y a la audiencia.





Carter, la Mujer Maravilla que todos recuerdan, logró una serie televisiva que se mantuvo al aire desde 1975 hasta 1979. Este personaje convirtió a la estadounidense, de ascendencia mexicana y escocesa, en un ícono de la pantalla.


Catrina Tala, directora de Rompekbezas afirma que “siempre es bueno ver y sentarse a disfrutar de una película donde la mujer prácticamente es la que salva o tiene una misión importante dentro del filme. “Para mí Gal Gadot es una tremenda actriz, aparte que tiene una historia fantástica, ella también fue parte del ejército de Israel y creo que tiene todas las características necesarias para poder representar bien a la Mujer Maravilla (...) debemos cruzar la barrera de qué bueno una mujer protagonista sino qué bien, esta es otra película”, sostiene.





Carter, ahora de 69 años, quien también fue reina de belleza y cantante, aunque tenía una doble de riesgo prefería grabar gran parte de sus escenas de acción.


La actual reina de Guayaquil Navila Dieb asegura que una de las características que más destaca del personaje de la Mujer Maravilla es la fortaleza que transmite a los espectadores en cada escena (refiriéndose a la película), pese a enfrentarse a grandes peligros y diversos enemigos. “Es una mujer aguerrida que lucha por lo que cree justo, aunque no estén de acuerdo con ella. Creo que las mujeres tenemos mucho de eso. Cuando nos aferramos a defender algo en lo que creemos, lo hacemos con uñas y dientes y sacamos fuerza de donde sea para hacerlo“, sostiene Dieb.


La joven soberana recalca además que "culturalmente a la mujer siempre se la ha visto como el "sexo débil". Mostrar una faceta más poderosa de la que tradicionalmente se la ha encajado, permite que sobre todo, los niños, tenga una mejor visión de nosotras las mujeres, ampliar esa mirada sesgada hasta cierto punto, y orientada a que solo los hombres pueden ser superhéroes , que si lo piensas se deriva también a pensar que solo los hombres pueden tener cargos ejecutivos, o solo los hombres pueden ejercer ciertas profesiones". (I)




Fuente: El Universo

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