Apasionados, expresivos, llenos de energía; las personas intensas suelen estar muy enfocadas en sus objetivos, son muy persuasivas y a menudo son dominantes y su presencia “se nota” esté donde estén. Ese es el lado bueno de su personalidad. Pero todas las monedas tienen dos caras y una personalidad muy intensa también puede tener características negativas, por ejemplo, que a estas personas les cuesta controlar sus sentimientos y emociones, motivo por el cual responden ante los demás de manera exagerada. Son puro combustible y a la menor chispa se produce la explosión.
Los intensos de fuego
El intenso hierve internamente, de impaciencia, de ira o de deseo. Sea cual sea la emoción que lo desborda, le resulta difícil una buena regulación interna. Las emociones llegan como olas gigantes que no pueden parar. No está siempre así, pero es fácil que ocurra algo que pueda activarles. Cuando más activado está, por cuestiones diarias, más fácilmente se da la respuesta intensa. Es como sucede con los chicos cuando se enojan porque tienen sueño, o hambre. Se aceleran y no pueden parar. Algo de este orden les sucede a los tres signos de fuego, aunque con diferencias sutiles que pasaremos a describir.
Aries está siempre con un pie en el acelerador, odia esperar y una vez que comienza una actividad tiene que finalizarla sin interferencias. Es el hacedor del zodíaco, el capitán, el que va a la cabeza del equipo. Es un don, pero si cada tanto no toma nota de los otros o se pierde o se enfurece con quien no le va a la par. Aprender a esperar es un buen ejercicio para entrenar el carácter, pero con una advertencia: tiene que encontrar un punto medio porque si espera demasiado… se apaga. Y en términos psíquicos se puede deprimir. Regular la intensidad es en este caso regular la actividad.
Leo tambien es un signo intenso, pero más que en el hacer , lo suyo se juega en el expresar. Leo dice lo que piensa sin medir mucho las consecuencias, aunque ofenda, aunque hiera, incluso aunque no le convenga. Y lo que más ansiedad le da es la respuesta de los demás. Como esos chicos que hacen monerías y piden que mamá los aplauda todo el tiempo, los mire, los fotografíe y los felicite a cada paso. Acá es bueno para Leo darles tiempo a los demás para que expresen qué les pasa, qué sienten o qué quieren. Sino hará su show para un público ausente.
Sagitario, el último signo de fuego, es también muy intenso físicamente, porque necesita moverse mucho, recorrer grandes espacios, ir como un caballo salvaje corriendo libre por la pradera. Pero además su mente necesita desafíos: grandes ideas, muchos libros, debates filosóficos de horas y -por lo general- medirse con algún contrincante que esté a su nivel y al que tratará de convencer en un duelo intelectual durísimo, capaz de agotar a cualquiera. En este caso Sagitario tiene que poder escuchar al otro, darle tiempo para exponer y aceptar ideas diferentes a las suyas, sin enojarse con quien no ve y mundo como él.
Los intensos de agua
Con los signos de agua la intensidad se da porque sienten demasiado. Eso sucede con los tres signos de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis. La regulación emocional suele ser un problema.
Cáncer tiene mil vaivenes, si está “alunado” puede reaccionar mal, desproporcionadamente, pero, así como se encapricha se desenoja enseguida. Sólo agrede si alguien ataca a su familia o su seguridad.
Escorpio es indudablemente el rey de los intensos. Visceral, pasional, propenso a los amores y los odios extremos, como una olla a presión mantiene toda esa sensibilidad muy reprimida hasta que estalla. En el fondo se siente muy vulnerable y con muy poco control sobre lo que ocurre dentro de s. Aunque parezca extraño, el miedo es la emoción de fondo que lo motiva. En definitiva, tiene una historia de sufrimiento detrás. Justamente regular la válvula emocional es la principal de sus tareas. Expresar qué le sucede en vez de sufrir en silencio.
Piscis también es intenso “para adentro” pero rara vez lo demostrará. Sencillamente somatiza, se sacrifica por el otro, se inmola. Y lo que tiene que regular es cuánto da y cuánto recibe. Darlo todo hasta quedar vacío es llegar al extremo y un camino de autodestrucción.
Los intensos de aire
Los signos de aire no son intensos, son etéreos, como una ráfaga. Tal vez un rasgo que los define ligado al concepto de lo intenso es la falta de estabilidad. Se dejan llevar de forma muy intensa, haciendo y diciendo aquello que se les cruza por la cabeza sin medir las consecuencias. Esto les hace ser muy poco previsibles en sus formas de actuar. Generan así reacciones intensas por pate de los demás, que se enojan porque no los entienden o se angustian ante los cambios.
Libra sí puede tener reacciones de cierta intensidad, cuando se saturade ser amable, complaciente y sereno. Pero es raro que algo así suceda con Géminis o con Acuario.
Los intensos de tierra
Hablamos de personalidad intensa en los casos en los que el sujeto presenta un estilo impulsivo, inestable o caprichoso, algo que ninguno de los signos de tierra ostenta.
Tauro es el más estable y tranquilo del zodíaco. Aunque cuando lo agreden sostenidamente puede sorprender con reacciones muy alejadas de su naturaleza contemplativa y pacífica. Son como los toros cuando embisten contra el torero después de que los provocó hasta el cansancio. Por eso mejor no hacer la prueba con ellos.
Virgo no es intenso excepto porque se excede en el perfeccionismo, la crítica o la racionalización. Pueden en ese caso ser intensamente obsesivos y agobiar tanto como agobiarse. Otra posibilidad es que se cierren herméticamente a algo o alguien que los asusta y ese bloqueo de alta intensidad no tiene igual en ningún signo, es extremo.
Capricornio también se puede bloquear como Virgo y ser obsesivo en el trabajo. Lo que es extrema es su ambición, que le da una tenacidad y una resistencia realmente intensa. Y si no aceptan su m modelo de vida, sus códigos, puede reaccionar con verdadera ira. Pone límites duros y también se autolimita duramente, algo que no es bueno ni para sí mismo ni para los demás.
Fuente - Ohlala
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