Victoria Beckham estrena su propio documental: bullying, problemas con la comida y su cara de “arpía deprimida”
- radiok10
- 9 oct
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Victoria Beckham en el estreno mundial de su serie la noche del miércoles en Londres NEIL HALL / EFE
La diseñadora aborda en la docuserie desde su infancia, a su paso por las Spice Girls y hasta cómo se convierte en una estrella de la moda
Para quien quiera conocer la vida de Victoria Beckham, Netflix estrena este jueves un documental de tres episodios con su nombre. Al igual que en otras producciones del estilo, se descubren los aspectos más íntimos y desconocidos de la protagonista.
Un día antes del estreno mundial de Victoria Beckham, la diseñadora fue la protagonista en Londres de la presentación. Allí se rodeó de toda su familia, su esposo, David Beckham, y sus hijos: Romeo (23 años), Cruz (20), Harper (14), además de Jackie Apostel, novia de Cruz. Todos menos su hijo Brooklyn y su nuera, Nicola Peltz, alejados de ellos de hace meses, y que tampoco aparecen en la docuserie. También acudieron numerosos amigos, entre los que se encontraban sus excompañeras -menos Mel B- de la banda Spice Girls, y una de sus mejores amigas, que también participa en el documental, Eva Longoria.

De izquierda a derecha, Cruz Beckham, Jackie Apostel, Romeo, Harper, Victoria y David Beckham NEIL HALL / EFE
Victoria ha decidido contar la historia de su vida. Desde su niñez, su paso por el grupo musical y hasta convertirse en diseñadora de su propia marca de moda. “Era una marginada en el colegio, me hicieron bullying, no era sociable y no encajaba. No quería ser yo, no me gustaba, pero quería agradar desesperadamente”, confiesa sobre sus años de infancia. Sus padres, que participan en el documental, recuerdan cómo le afectaba cuando de niña, en las fotos del colegio, la colocaban en las filas de atrás por no considerarla lo suficientemente guapa.
Recuerda cómo le llegó la oportunidad de formar parte de una banda musical gracias a un anuncio en un periódico. “Me hicieron más alegre, más divertida, fue la primera vez que sentí que estaba integrada y que era popular. Mi vida sería muy diferente si no hubiera conocido a esas cuatro chicas”, rememora.
A los tres años de ser la Spice pija, en 1997, conoció a David Beckham, que en el documental confiesa: “No veía en ella ni una sola cosa que no me gustara. Ahora puedo encontrar unas cuantas. En aquella época era todo un fenómeno y yo solo era un futbolista en Mánchester. Me enamoré perdidamente de ella”.
Victoria también aborda su lucha contra los trastornos alimentarios. “He sido desde la pija rechoncha hasta la pija flaca. No tenía control sobre lo que se escribía sobre mí, pero podía controlarlo con la ropa y podía controlar mi peso, pero de una forma sumamente poco saludable. Cuando tienes un trastorno alimentario te conviertes en una experta de la mentira: nunca fui sincera con mis padres y no hablé de eso en público”, detalla. En un momento del documental, aparece ella preparándose para cenar con el rey Carlos III. Ella menciona que el monarca le ofreció una chocolatina, a lo que ella contesta: “Llevo sin comer chocolate desde los noventa, no voy a empezar ahora”.

El matrimonio Beckham en la presentación del documental Gareth Cattermole / Getty
Su aventura como diseñadora tiene su origen cuando en el 2007 la familia se traslada a Los Ángeles. “Nadie me tomaba en serio en este sector. Sabía que quería ser diseñadora, pero necesitaba que creyesen en mí”. Entonces aparece en su vida el diseñador francés Roland Mouret, que también habla en el documental: “Le dije: ‘Tienes que tener ego y ser humilde para aceptar la realidad. Al equipo que te rodea hay que respetarle, sin ellos no eres nadie. Tendrás que aprender y recoger alfileres del suelo’. Tenía que ser auténtica. Para hacer su sueño realidad, teníamos que acabar con la WAG [acrónimo inglés de Wives and Girlfriends, que se traduce como esposas y novias]”.
Estar bajo el foco y el constante escrutinio público, afectó a su salud: “Empecé a dudar de mí misma y a no gustarme. No sabía lo que veía al mirarme al espejo”. Pero supo sortear las críticas y colocarse en lo más alto. Hasta Anna Wintour, una eminencia en el mundo de la moda, asegura en el documental: “Nos demostró que nos equivocábamos. Estaba claro que había una visión”.

Eva Longoria, en la presentación del documental 'Victoria Beckham' Jaimi Joy / Reuters
Pero el negocio entró en barrena y las pérdidas se descontrolaron. “Era de dominio público, sentí vergüenza. Tenía que aguantar el golpe porque estaba metida en un buen lío”. En el peor momento, en el 2016, aparece un salvavidas para la firma, David Belhassen, que se convierte en inversor. “Era un desastre, el peor negocio que existía: muchas pérdidas y sin beneficios”. Por ejemplo, revela que uno de los gastos era de 70.000 dólares al año en plantas para la oficina y que había alguien que iba a regarlas por 15.000 dólares. “Ese era solo el principio”, explica. Victoria asume su culpa y reconoce: “Permití que pasara. A la gente le daba miedo decirme que no”.
Sobre la imagen que transmite, la diseñadora es consciente que “en cuanto veo una cámara cambio, se levanta la barrera y me pongo la armadura. Es cuando soy la arpía deprimida que no sonríe, ahí es cuando sale y soy consciente de ello”. (BV)
FUENTE: LaVanguardia.com

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