El sol nos aporta beneficios si lo tomamos con moderación, sino aparecen los riesgos.
El sol rige nuestro día a día, sabemos que es necesario para todo ser vivo, pero, realmente, ¿qué beneficios nos aporta tomarlo responsablemente?
Antes de comenzar a explicar todos los procesos positivos para la salud que nos aporta el sol a través de los rayos ultravioleta, es importante saber qué implica tomar el sol responsablemente, lo que también nos ayudará a obtener el mayor rendimiento y evitar dañar nuestra piel. Ahora que se acerca la época estival, es importante tener en cuenta estos consejos que nos ayudarán, y que son fácilmente aplicables en nuestra rutina diaria:
- Es fundamental saber que el sol es más agresivo (tiene una mayor radiación) entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde, de manera que es aconsejable evitar exponerse al sol en esta franja horaria.
- Cuanto más clara sea nuestra piel, mayor factor de protección solar debemos utilizar, es decir, dependiendo del tipo de piel que tengamos toleraremos mejor la radiación solar, por ejemplo, las personas rubias o pelirrojas tienen menos tolerancia que las personas morenas. De manera que, cuanto más clara sea nuestra piel, mayor factor de protección solar debemos utilizar.
Es imprescindible que nos apliquemos crema protectora antes de la exposición al sol
- Los bebés menores de 5 meses no deben exponerse al sol, y tendremos muchísimo cuidado con los niños controlando el tiempo que están bajo el sol y aplicándoles protector solar regularmente.
- Para preparar nuestra piel de cara al verano, es importante que las exposiciones al sol sean progresivas los primeros 15 días, aumentando gradualmente el tiempo de exposición de 5 en 5 minutos, día a día, si bien no es recomendable estar más de 30 minutos.
- Algunos medicamentos (como la píldora anticonceptiva, corticoides o los antiinflamatorios) pueden aumentar nuestra sensibilidad al sol, debemos tener especial cuidado si estamos recibiendo algún tratamiento médico, sobre todo si se trata de un tratamiento cutáneo, y consultar a nuestro médico o farmacéutico en caso de duda.
- Aplicar la crema de protección solar media hora antes de tomar el sol, para darle tiempo a nuestra piel a absorberla y mientras estemos expuestos al sol, renovarla cada dos horas, para mantener sus efectos.
- Si tenemos lunares, es de vital importancia vigilar si cambian de forma, tamaño, color o si de pronto presentan picor, así mismo, controlar que no aparezcan manchas u otras afecciones en nuestra piel. Esta revisión, nos llevará pocos minutos y podemos hacerla diariamente frente al espejo, antes de la ducha, y por supuesto, es fundamental acudir a nuestro dermatólogo al menor síntoma o duda.
- Por último, siempre hay que recordar que el tono bronceado que adquiere nuestra piel al tomar el sol, es un mecanismo de defensa natural, no debemos abusar de las exposiciones solares para conseguir estar moreno; para ello, podemos optar por autobronceadores, que no dañarán nuestra piel.
¿Qué beneficios nos aporta tomar el sol?
Ahora que ya tenemos claro cómo debemos tomar el sol correctamente, evitando así los problemas de salud que nos puede acarrear a corto y largo plazo, pasamos a descubrir todos los beneficios que nos aporta tomar el sol:
1. Quizás el efecto más conocido es que el sol colabora a mejorar nuestra piel, ayudándonos a reducir los efectos de distintas afecciones a nivel dérmico, como es el acné, la psoriasis o la ictericia, favoreciendo la eliminación del exceso de grasa e impurezas de nuestra piel. Para conseguir mejores resultados, es importante usar un protector solar que no sea graso, y no prolongar más de 30 minutos diarios la exposición.
2. Nos ayuda a sentirnos mejor, aumenta la sensación de bienestar y contribuye a un buen descanso, ya que los rayos UV aumentan nuestros niveles de serotonina y endorfinas, de manera que nos hace sentirnos bien y menos cansados, lo que contribuye a evitar la depresión y la ansiedad. La serotonina también interfiere en la producción de melatonina, la encargada de la regulación del sueño, manteniéndonos más activos con el sol, ya que ayuda a reducir sus niveles durante el día y nos hace sentir llenos de vitalidad.
3. Mantiene a raya el colesterol y reduce la presión sanguínea: añadido a que en verano variamos nuestra dieta, ya que consumimos más frutas y ensaladas, el sol, a través de su radiación ultravioleta, nos ayuda a sintetizar el colesterol, convirtiéndolo en vitamina D, y siendo la principal fuente de esta vitamina que recibe nuestro cuerpo, ya que solo un 10% de su aporte nos lleva a través de la dieta. De esta manera, se reducen los niveles de colesterol en sangre, lo que es muy beneficioso para nuestra salud, ayudándonos evitar enfermedades cardiovasculares, a lo que también contribuye mejorando la circulación de la sangre, con su papel vasodilatador y aumentando nuestro metabolismo, reduciendo así nuestra presión sanguínea.
El sol tiene múltiples beneficios, pero no necesitamos más que unos minutos diarios de exposición
4. Mejora la calidad de nuestros huesos, lo que está directamente relacionado con el punto anterior. La principal función de la vitamina D es favorecer la absorción de calcio a través de nuestro intestino, de esta manera, se pueden evitar importantes enfermedades asociadas como raquitismo en niños, que les supondrá una debilidad de los huesos e incluso un retraso en el crecimiento y la osteoporosis u osteomalacia en adultos, es decir, que nuestros huesos se ablanden o se vuelvan más frágiles respectivamente. Para obtener la vitamina D necesaria, no nos hacen falta largas exposiciones, con 5 minutos, tres veces por semana es más que suficiente para ayudar a mineralizar nuestros huesos y dientes y así fortalecerlos.
5. Mejora y previene el asma infantil: diversos estudios avalan que la falta de vitamina D, puede empeorar esta afección e incluso, los procesos alérgicos; de esta manera unos niveles adecuados de la vitamina, tendrían un efecto protector, reduciendo las posibilidades de este diagnóstico en los niños.
6. Previene la aparición de tumores y de enfermedades autoinmunes: de nuevo, este beneficio viene ligado a los niveles de vitamina D y su efecto protector, en este caso reduciendo nuestro riesgo de parecer diversos tipos de cáncer como son el de colon o mama; incluso, se está investigando el papel del sol en el desarrollo de enfermedades autoinmunes, como es la esclerosis múltiple, ya que en países con más horas de sol hay una incidencia menor de la enfermedad.
7. Mejora nuestras defensas naturales: el sol aumenta nuestros niveles de glóbulos blancos, que son la primera barrera de nuestro cuerpo ante infecciones, fortaleciendo así nuestro sistema inmune, lo que se verá aún más favorecido manteniendo una dieta equilibrada y variada.
Recordad que para poder disfrutar de todos estos beneficios para nuestra salud que nos aporta tomar el sol, solo son necesarios unos minutos de exposición al día, y es importante hacerlo siempre de manera responsable, evitando las horas centrales del día, preparando nuestra piel poco a poco, protegiéndonos adecuadamente y teniendo siempre presente que, ante cualquier cambio que percibamos en nuestra piel, ya sea en lunares, por aparición de manchas o erupciones es fundamental acudir a nuestro dermatólogo cuanto antes.
Fuente: Bekia Salud