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  • Patty Calle

Elimina personas tóxicas de tu vida, incluso si comparten la misma sangre

La familia no siempre ha sido visto como algo positivo en nuestras vidas. Desde niños se nos ha enseñado a convivir con quienes tienen nuestra misma sangre, aún cuando sólo sea una vez al año. Se nos dice que siempre debemos respetar a los tíos, primos, abuelos y padres pues al ser familia, son quienes mejor nos conocen y quienes siempre velarán por nosotros.





Al crecer, nos vamos dando cuenta de que no siempre es así y el que el tener la misma sangre no garantiza ninguna sana convivencia ni tampoco una preocupación genuina por el otro.


La realidad es que muchas veces dentro de nuestra propia familia están las personas que más daño nos hacen. Hay muchas opiniones no deseadas que dejan heridas. Pero parece no importar porque después de todo, "pasa hasta en las mejores familias".


Error. No tienes por qué permitir que tu familia rompa con tu estabilidad emocional ni tampoco que dañe tu integridad o que se meta e tu vida si no los has invitado. Es momento de aprender a eliminar a las personas tóxicas de tu vida, incluso si comparten la misma sangre


El compartir sangre no hace que la convivencia sea automáticamente fácil ni tampoco que se entiendan unos a otros. A veces, las personas más tóxicas están dentro de ese círculo, provocando que te sientas sola y frustrada.


La sociedad siempre nos ha dicho que "no hay lugar como el hogar" y que la familia es el único refugio seguro que tenemos, incluso por encima de nuestros mejores amigos o una pareja. Pero de nuevo, el compartir sangre no es garantía de bienestar ni estabilidad.





Las personas tóxicas te drenan, no importa de quién se trate. Son vampiros energéticos que te hacen sentir por los suelos cuando están cerca. A veces sucede de forma inconsciente y otras, de forma intencional.


¿Cuántas veces no te has sentido humillada por esa tía que expone frente a todos que nunca conseguirás una pareja (porque asume que es lo único que te hará una verdadera mujer)? ¿Cuántas veces no has sentido un vacío en el estómago por los comentarios hirientes de tus padres? Los hermanos, los tíos, los primos, todos pueden ser personas tóxicas y llega un punto en el que no tienes por qué permitir que sigan drenando tu energía.


Así como nos hablan de alejarnos de una pareja o una amistad tóxica, también es muy válido y necesario alejarte de un familiar que no te hace bien. Guarda tu energía para algo sobre lo que puedas tener más control. Lo cierto es que sin importar qué, no debes permitir que nadie, ni siquiera tu familia atente contra tu salud emocional


Nadie tiene por qué hacerte sentir mal sobre lo que eres o sobre lo que haces con tu vida. Nadie tiene por qué juzgarte con el fin de tomar control sobre ti. El que sea tu familia no significa que debas cumplir con sus expectativas.


No les des el poder de hacerte menos ni tampoco de someterte a lo que ellos consideran que debes ser. El poder personal es todo lo que tiene que ver con lo que tú crees y nada que ver con lo que ellos piensan. Pon tus límites; no puedes complacer a todos.


Las personas tóxicas harán que creas que tienes que esforzarte más para "ser suficiente" pero eso es algo agotador y pone tu salud mental en jaque. Quizá no te sea tan fácil alejarte de ellos pero al menos, debes ser capaz de tomar control sobre lo que eres, lejos de sus opiniones.


Las personas tóxicas querrán verte en tus límites para que cuando te tambalees sean ellos quienes "te salven" y te digan "te lo dije". No te permitas llegar a eso.





Alejarte de los familiares tóxicos no significa que serás grosera o malagradecida, simplemente es hacerles ver que has llegado a ese punto de tu vida en el que no estás obligada a convivir con quien drena tu energía. Si fallas, aprenderás a levantarte pero no tiene que ser porque dependes de que ellos te salven.


Si ellos tienen la idea de que para que te sientas plena debes formar una familia pero tú no quieres hijos o no piensas en matrimonio, no hagas de lado tus creencias para satisfacerlos. Tratar de quedar bien con ellos sólo te provocará malestar. No tienes que complacer a nadie más que a ti.


Aprenderás y saldrás adelante. No importa si alguien más piensa que estás bien o mal. Lo que importa es si es correcto o incorrecto para ti. Quizá parece un poco egoísta pero no debes sentirte mal por ponerte primero.



Fuente: Nueva Mujer

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